Luis Enrique López, un migrante originario de la Colonia San Rafael en San Miguel de Allende, dirige en Arizona el Grupo de Búsqueda y Rescate Voluntario de Migrantes «Paralelo 31». Él nos cuenta como ha sido emprender ésta labor humanitaria que ayuda a buscar a migrantes perdidos en el desierto.
Luis Enrique emigró a los 17 años de edad hacia Estados Unidos en el año de 1999, es originario de San Miguel de Allende, específicamente de la colonia San Rafael y actualmente radica en Arizona. Él es el presidente de Paralelo 31, un grupo que nace con la reunión de 4 amigos y compañeros: James Holman, Pedro Fajardo, Francisco Lemus y
Gerardo Campos. En el año 2020 todos eran voluntarios en otros grupos de búsqueda y rescate de migrantes en el desierto de Arizona, pero decidieron formar su propio equipo de trabajo.
El principal objetivo del Grupo de Búsqueda y Rescate Voluntario de Migrantes es darles la esperanza a las familias que buscan a sus familiares extraviados en cualquier desierto, desde Texas, New Mexico, Arizona y California
A Paralelo 31 los motiva la necesidad qué hay en toda la línea fronteriza. «Cuando te llama la gente con la desesperación y la impotencia de no poder hacer nada, saber qué hay alguien necesitado. Un poco de luz en la obscuridad, siempre es bueno» comentó Luis Enrique.
De los migrantes que cruzan a los Estados Unidos por el desierto, pocos logran su objetivo. Mientras tanto, de quienes fallecen en el intento, el 80% de los restos nunca se recuperan. Además, muchas personas van engañadas y a diario se pierden vidas.
López nos plática el mayor reto al que se enfrentan es la indiferencia que muestra la gente ante algunas situaciones, por que no ven el cuerpo o a alguien a punto de morir, piensan que no existe, es mucha la necesidad y poca la ayuda.
Actualmente el Grupo de Búsqueda y Rescate Voluntario de Migrantes se compone de alrededor de 20 voluntarios. En este año 2022, de Enero a la fecha han logrado el rescate de 35 cuerpos con ayuda de patrulla fronteriza y han logrado la localización de 24 migrantes rescatados vivos. Junio y julio son los meses más brutales para cualquier desierto.
Diariamente, cada uno de los voluntarios se dedican a su trabajo, pero cuando reciben las llamadas, salen a las emergencias. Si el reporte es en Texas, ellos hacen los reportes con Border Patrol. En Nuevo México tienen voluntarios. En Arizona y California igual tratan de salir una vez al mes para realizar búsquedas en el desierto.
Al Grupo de Búsqueda y Rescate de Migrantes lo pueden contactar por Messenger y los números de teléfono se proporcionan cuando mandan un mensaje a la página para darle celeridad a la emergencia.
Como cualquier labor, implica gastos que son cubiertos por un grupo de ayuda humanitaria y a través de GoFundMe.
Los integrantes de Paralelo 31 recomiendan a los migrantes que deciden cruzar el desierto, usen su celular para la ubicación, es su tabla de salvación; les sugiere si se sienten mal no esperen, llamen al 911 y compartan su ubicación con su familia, es mejor ser rescatado que morir en el desierto.
Otras sugerencias que nos comparten son: «Antes de emprender el viaje revisen su salud física, no lo tomen a la ligera, van a tener amigos que ya vinieron y regresaron pero no se confíen de eso, el cuerpo de cada persona es diferente. Lo más importante, usen su celular».
Para Luis Enrique y el equipo que integra Paralelo 31, esta labor humanitaria va más allá de rescatar con vida o lamentablemente el cuerpo de un migrante. También es llevarle a una familia cierta tranquilidad, a pesar de las circunstancias.