Doble o Nada
Por José Luis Ramírez.
• 400 toneladas de basura doméstica diariamente.
• 20 toneladas de material reciclable diariamente.
• Solo con el pet es un negocio de 40 millones de pesos anuales
• Concesionar la recolección de basura, el gran negocio.
La basura es oro molido, y la codicia como buen pecado capital es traicionera. En unos cuantos días el montaje de concesionar la RECOLECCION DE BASURA, se cayó, el negocito millonario que esperaban los particulares, se puso más apestoso que Tinajitas. El 22 de mayo del mes pasado, el ciudadano Mendoza Márquez, con toda la habilidad y labia que le caracteriza, dijo:
“Traemos ‘broncas con los choferes, con el equipo. Tenemos equipo muy viejo, mucho camión que es muy costoso su mantenimiento. Las unidades son insuficientes”, y apuntó la flecha: “en lugar de que lo maneje servicios públicos municipales… se le pague a la concesionaria…” Otro paisaje color de rosa.
La manifestación de los pepenadores que trabajan en el relleno sanitario de Tinajitas, reveló muchas inconsistencias en la recolección de basura, traslado, separación, pepena, y confinamiento, pero el tema neurálgico fue la compra y venta, así como las obligaciones impuestas para su comercialización. Además, se expuso las formas controvertidas para otorgar permisos, y concesiones para el aprovechamiento de los materiales de reúso, todo al margen de la Ley y reglamentos. Y lo más interesante, arrojaron datos que permiten proyectar montos millonarios por la colecta y venta de toneladas de reciclables que se esfuman como por arte de magia antes de llegar a la contabilidad municipal.
Algunos datos oficiales sobre la recolección de basura diaria indican que son 400 toneladas -Mendoza señaló que son 350 toneladas-, de esa recolección 57.5 toneladas son de plástico, cuyo precio promedio es de 5 pesos por kilo; otro residuo que destaca por ser útil es el cartón, son 50 toneladas, el precio promedio es de 1 peso; otros reciclables, son cobre 100 pesos por kilo, aluminio 20 pesos. Pero hay otros datos.
En agosto del año pasado, la Dirección de Servicios Municipales informó que en siete meses, de enero a julio del 2021 se recolectaron en promedio 337 toneladas de basura doméstica por día, recuerde que disminuyó por la pandemia.
De ese volumen, se recicló 19.6 toneladas por día. El costo de ese material reciclable (básicamente PET), a un valor promedio de 4.5 pesos por kilo, nos daría la cantidad de $ 88,200.00 por día, al año serían 32 millones 193mil pesos. Sin considerar otros reciclables de los residuos comerciales, industriales y de servicios.
Los pepenadores que trabajan dentro del relleno sanitario por su cuenta, son 215, e integran 3 organizaciones, se quejan que ha disminuido hasta un 80% la cantidad de material reciclable, y señalaron que se recicla papel, vidrio, fierro, y cartón, entre otros residuos inorgánicos. Acusan que son separados por trabajadores municipales, antes de llegar a confinarse. También manifestaron su inconformidad porque la Dirección de Servicios Municipales les impuso 7 compradores, a quienes les deben vender lo reciclable, y afirmaron que los compradores por ello, le pagan un peso por kilo al municipio.
Otro de los asuntos que apestan, y salieron a relucir, es la planta separadora de basura que opera dentro del relleno sanitario. Esa maquinaria es propiedad municipal, costó cerca de 9 millones de pesos, y se pagó con presupuesto federal en el 2012. En la administración del ciudadano Lemus, el concesionario pagaba al municipio la grandiosa cantidad de 136 pesos diarios. Los camiones le recolectaban la basura (no pagaba transporte, choferes, combustibles, etc.) y se la ponían junto a la banda separadora.
Durante la administración de la ciudadana Paniagua, operaron sin permiso en el año 2018, y desde el 2019 hasta el final de su mandato, no se renovó la concesión. Esto desde luego benefició a los pepenadores.
Ivone Torres Moreno, la directora actual de Servicios Municipales, informó que la planta separadora la entregó en comodato a un particular, llamada Lorena García, y será por 8 meses, de mayo a diciembre de este año. Pero antes tuvo que gastar 300 mil pesos de impuestos de la ciudad para repararla y entregarla funcionando.
El comodato, a decir de ella -hay varias versiones-, establece que el “empresario” beneficiado, entregará 30 centavos por kilo de peso de material reciclable que se le entrega y separa, sin importar el tipo de material-, el Reglamento señala que “se buscará que se reciclen plásticos, bronce, antimonio, plomo, hierro, fierro, acero, cobre, vidrio, aluminio, hule, grafito, cartón, madera, chatarra metálica y similares”. Esos materiales tienen un costo que va de un peso hasta 100 pesos por kilo en promedio.
Como usted sabe, “los residuos sólidos recolectados por el personal de aseo público, son propiedad municipal y podrá aprovecharse industrial o comercialmente”, así lo dice la Ley, pero no hay una lógica de beneficio a la ciudad en la concesión de la Separadora, porque se le entrega el material recolectado con un parque vehicular que cuesta más de 70 millones de pesos, una maquinaría que cuesta 9 millones, y un material reciclable que asciende a 20 toneladas diarias, y tiene un valor promedio de 88 mil pesos diarios, y finalmente, los desechos del proceso se confinan sin costo, en terrenos acondicionados con un valor de 50 millones de pesos, que tienen un tiempo de utilidad de 10 años.
A decir de los pepenadores -es su versión-, se reciclan un promedio de 50 toneladas diarias, lo cual nos arroja cantidades mayores, en relación a la comercialización de los reciclables, estamos hablando de 200 mil pesos diarios, y al mes de 6 millones de pesos. ¿En dónde está proyectado ese posible ingreso municipal para mejorar la infraestructura de los servicios de recolección de basura y sus implicaciones? Sí, apesta Tinajitas, y mucho.
La protesta pepenadora reveló que los números no cuadran, ni en egresos ni ingresos, tampoco en volumen de entradas y salidas de materiales reciclables, y en las acciones de entregar bienes municipales sin poner por delante el interés de la ciudad. Y este es el otro tema, la ciudadana Ivone Torres Moreno, estableció un convenio con siete particulares para la venta del material del aprovechamiento obtenido del relleno sanitario Tinajitas, no se sabe si paso por la comisión de Hacienda, si hubo un análisis del Comité de adquisiciones, o fue aprobado por la Tesorería.
El mecanismo es el siguiente, los pepenadores colectan el material en el relleno sanitario, lo seleccionan y se lo venden a los compradores; los compradores, a su vez, pagan un peso por kilo al municipio del material adquirido. Son 70 centavos más que los entregados por el comodato de la planta separadora. Pero los pepenadores no están de acuerdo, y claro, son obligados a venderlo a los “coyotes del reciclado”. No hay coherencia por ningún lado.
En este otro plano del comercio, los números son creíbles, según la Tesorería, desde octubre a la fecha, solo en mayo se reportaron 7 ventas de material reciclable por las siguientes cantidades: $ 13,750.00, $12,863.00, $6,252.00, $1,730.00, $7,830.00, $9,665.00, y la extraordinaria cantidad de $ 210.00. En total, son $52,300.00. La Ley de Ingresos, contempla ingresos por este tipo de venta de aprovechables, pero no tienen lógica los ingresos. Saque su calculadora, o su revolver.
Desde luego, el desorden en el servicio de recolección de basura, como se advierte ha sido muy conveniente, y provechoso para algunos funcionarios vivillos -no los trabajadores que obedecen ordenes-, organizarlo acabaría con sus planes presentes y futuros. Y claro, frenarlos es urgente y necesario. Por eso, se tiene que pensar de manera sensible en las familias de los 215 pepenadores: en usar de manera provechosa la colecta de basura, y la separación y selección de reciclables, y su venta. Recordemos que la actividad dentro del relleno sanitario está reglamentada, y que los materiales reciclables son propiedad del municipio.
La gestión de la recolección de basura doméstica debe ser mejorada. Debo decirle que 38 toneladas no entran al relleno sanitario, y de ellas el 30% es material que se acopia para su venta, son 11,400 toneladas que tienen un valor de $ 51,300.00 pesos diarios, al mes serían 1 millón 539 mil pesos. Reorganizando, gestionando correctamente, se puede renovar y ampliar el parque vehicular con los aprovechamientos de la recolección de basura doméstica, además de generar iniciativas importantes para el cuidado del medio ambiente.
Hay una gran ventaja con los pepenadores, de alguna manera están organizados, y pueden generar una empresa cooperativa, a la que se le concesione la separación y colecta de los reciclables, y desde luego se convenga la compra o comisión, a un precio conveniente para la ciudad y para ellos. En una justa corresponsabilidad, para favorecer sus condiciones de trabajo y salud, debería entregárseles en comodato la planta separadora actual, y ampliarla con dos más. Eso generaría orden en todos los aspectos, y la gestión del confinamiento se fortalecería en eficacia y sustentabilidad, recordemos que hay otros aprovechables como el gas, y los mismos terrenos que ya cumplieron con su vida útil para ese propósito.
Los acuerdos a los que llegaron los pepenadores, con la directora de Servicios públicos y el Secretario del Ayuntamiento, son de buena fe, sin lugar a dudas, pero la mayoría está fuera de la Ley, y se pueden caer de un día para otro. La Ley Orgánica Municipal en el Artículo 167 establece que el aprovechamiento de residuos (recuperación de residuos o pepena) es un Servicio Público a cargo del Ayuntamiento, no un espacio de lucro personal, y el principio de legalidad es muy claro, los servidores públicos solo pueden hacer lo que la ley les permite.
Si realmente hay voluntad y ganas de hacer bien las cosas, se necesita trabajar en un proyecto a corto, mediano y largo plazo, y de entrada, darle las gracias a quienes hacen del servicio público un hoyo negro para esconder su ignorancia, o de plano su malicia en los negocios que apestan más que bachoco.
Finalmente, hay que dejar claro, que de prosperar la idea del ciudadano Mendoza Márquez, de “concesionar el servicio de recolección de basura”, esta suculenta mina de oro estaría en manos de particulares, y perderíamos todos: los recolectores, los pepenadores, y los ciudadanos. Además, acabaría con lo establecido en la LOM, y la Ley de Ingresos que señala:
“la prestación de los servicios públicos de limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos será gratuita”.
Recordemos lo que dijo: “se analiza si habría cobro a los celayenses, o si el gasto lo absorbería servicios municipales”. Un robo en despoblado se quedaría pequeño, sería como quitarle el biberón a un bebe. Para que esto ocurra, de acuerdo con la Ley Orgánica Municipal, en los Artículos 182 y 184, tendría que ser con el voto de la Mayoría Calificada del Ayuntamiento. Y eso es posible, porque hasta ahora, los regidores y síndicos no han dado muestra de tener conciencia social, ni interés en defender a la ciudad y a los ciudadanos. ¡Cuánta basura!
Revolcadero. Se frotan las manos con vehemencia, la basura sería un gran regalo, tanto como sacarse la Lotería sin comprar boleto durante 10 años.